«…está tan invertido todo, tan patas arriba, que el poder impunemente está privatizando las ganancias y socializando las pérdidas…». Eduardo Galeano en Attac TV (2012 — 19’22»).
Es difícil abordar sin simplificar una realidad tan diversa, multicausal y compleja como la de la deuda externa. Vamos a intentar hacerlo destacando aquellos aspectos que, en nuestra opinión, son más relevantes. Nos parece muy pertinente en la medida en que los problemas de financiación pública actuales, los llamados «recortes», están directamente relacionados con la deuda de las administraciones y el pago de intereses, algo más de 38.000 millones de euros en el 2013 (La vanguardia, 27/09/2012).
Antecedentes históricos…
El colonialismo en sus diferentes variantes, la alianza con las élites locales, el control y explotación de los recursos naturales, la guerra y la deuda externa son y han sido los instrumentos tradicionalmente utilizados para la dominación de los pueblos y países del sur de nuestro planeta. España, desde los años 70, ha intentado posicionarse en ese juego otorgando préstamos a países de interés estratégico y favoreciendo la expansión de sus grandes empresas, la mayoría de ellas previamente privatizadas. Sin embargo esta internacionalización no parece haber producido el valor social y económico esperado porque, entre otras razones, estas sociedades han trasladado una buena parte de sus sedes sociales a paraísos fiscales (Público, 26/06/2011), han reducido sus plantillas aún con ganancias… Y sorprendentemente, aunque la cuentas de resultados de las empresas que cotizan en bolsa contabilicen cuantiosos beneficios, esto no parece incidir en la marcha económica del país o en la amortiguación de la crisis (Público, 26/02/2011, 30/03/2011, 29/08/2012).
Por su parte, en los países del sur los fundamentos de la deuda se basaron en:
- El llamado intercambio desigual, que implicaba vender la producción local, las materias primas, a precios muy bajos mientras los productos manufacturados necesarios se compraban a precios altos.
- La proliferación de préstamos para el desarrollo social y económico, los gastos militares, la financiación de la corrupción… (Créditos FAD: evidencias de ilegitimidad; Tierramérica, 12/11/2000). Préstamos que podían ser bilaterales entre países, multilaterales (BM, FMI…) o préstamos con entidades privadas.
- El pago de intereses leoninos que, acumulados, disminuyeron drásticamente la capacidad de los Estados para enfrentar sus necesidades económicas y sociales (educación, salud, empleo…) y conviertieron las deudas públicas en impagables.
… y sus consecuencias educativas
Algunas de las propuestas educativas generadas en América Latina, en su inmensa diversidad, estuvieron vinculadas al pensamiento de Paulo Freire y a la llamada Educación Popular. A través de procesos de reflexión-acción se intentaba analizar la realidad concreta para producir alternativas y generar colectivamente una nueva práctica social. El análisis del intercambio desigual podía hacerse, por ejemplo, simplemente comparando el origen y el precio de los productos de consumo habitual; o como parte de un problema más amplio y dramático que incluía la tenencia de la tierra y una desigualdad insultante, la seguridad alimentaria, la imposibilidad de participar en la toma de decisiones políticas, etc. La Pedagogía del oprimido y los dos tomos de las Técnicas participativas para la Educación Popular podrían considerarse símbolos emblemáticos de este tipo de iniciativas.
En España, el tratamiento educativo de la deuda externa y el intercambio desigual se vinculaba a procesos de educación para el desarrollo, educación en derechos humanos, para la paz, etc. Se trataba de un imperativo ético y una expresión de solidaridad con unos pueblos injustamente castigados. La dinámica de los cubos, el restaurante del mundo y otros ejercicios similares ocuparon espacios de educación formal y no formal, junto a otras actividades de sensibilización y difusión de la realidad de los países empobrecidos. Entre otras, destacan las luchas por abolir la deuda externa, aumentar al 0,7% el porcentaje del PIB destinado a la cooperación internacional y la denuncia del carácter de esa cooperación, que encubría en realidad el apoyo a empresas españolas, el crédito camuflado y/o la venta de material militar. También encontramos publicaciones memorables como Hagamos un solo mundo o La alternativa del juego (Tomos I y II), que igualmente trascendieron, buscando sensibilizar o favorecer la autoestima, la convivencia, la comunicación y las formas pacíficas de resolución de conflictos.
[Continúa en La deuda externa (II). Otros recursos de interés]…